martes, 11 de julio de 2023

RETRATO DE UN SUEÑO

 



RETRATO DE UN SUEÑO

(Escrito el 11-07-23 Por: Victor A. Atanacio Felix)
 
¡Qué sueño pasional!
Caminábamos entre la confusión y el miedo,
Eras luz que alumbraba mi alma,
y yo una llama que encendía.
 
Eran tres instituciones,
testigos de esta aventura,
Aventura dulce, pero con aguijones blandas,
Que llenaba mi alma de temores,
Y tú que unías mi corazón en amores.
 
En la primera institución,
nuestra alma eran puras y sinceras,
que al mirarnos tan rápida crecía la emoción,
Parecía que nuestras ideas también eran una,
Que adentro, tu luz era más radiante
Y tus labios, pétalos de una rosa tierna.
 
Entonces tu blando cuerpo
Se unía por primera vez en mis rodillas,
tus labios temblorosas en los míos,
y esta vez, con solo un toque angelical.
 
En la segunda institución,
Nuestras almas eran nuevas,
Que no queríamos que nos ven aquellos ojos ajenos,
Y por eso entramos a escondidas,
Porque sabíamos creo que pecamos en amor.
 
Nos sentamos en un jardín poco visible,
Donde, por primera vez, sentí sobre mis pómulos,
Una abrigadora toque sin igual:
Eran tus manos delicadas
Y la frescura de tus labios en mi aparente rostro.
 
Entonces yo era feliz en tu corazón
Y tú en el mío.
Parece que también palpitaban igual,
Sentían igual, amaban igual,
Y tenían miedo igual.
Nuestros brazos se abrazaban iguales,
Nuestros ojos se miraban iguales
Nuestros corazones se decían
“te amo” iguales,
Nuestras almas descansaban iguales
y todo era igual,
Porque, parece que, tú eras yo,
Y yo, tu.
 
En la tercera institución,
Sabíamos que todo era consumado,
Parece que nuestros cuerpos también se conocían muy bien,
Por eso buscábamos un lugar,
Un lugar donde inmunizar nuestros brazos.
 
Cuando de repente aparecimos en lo infinito de nuestro ser,
llegamos a lo desconocido,
descubrimos el olvido,
la muerte pasional,
sellamos el éxtasis de nuestros latidos,
inmunizamos nuestros labios.
Y conocimos el verdadero poder del amor.
 
Nay hay recuerdo alguno,
Que alerta, si es amor o experiencia sin temor,
Mas bien, parece que nos desdoblábamos en otro mundo,
Que no sabíamos si era día o noche,
Solo tu luz que ardía en nuestros corazones,
Y enardecía nuestra vitalidad.
 
Esta última institución
Era nuestra verdadera casa,
Casa de amor,
Que, en nuestra confusión,
Fundimos nuestra fulminante pasión.
 
Y cuando de repente desperté,
¡Qué cruel es la vida!
Solo un vacío amanecer rodeaba mi ser,
Y el rayar de las auroras se asomaban con su fría mañana,
Anunciando una decepción,
Que aquella pura pasión,
Nunca volverá.

sábado, 25 de septiembre de 2021

 LAS EMOCIONES NEGATIVAS Y EL APRENDIZAJE DE LOS ESTUDIANTES

Atanacio Félix, Victor Aquilo (Esp. Lengua y Literatura)

Abal Suarez, Selene (Esp. Matemática y Física)

Fretel Dionicio, Yeny Enna (Esp. Educación Inicial)

UNIVERSIDAD NACIONAL HERMILIO VALDIZAN DE HUÁNUCO



RESUMEN

El objetivo principal de la presente investigación ha sido, determinar la relación existente entre los estados emocionales y el aprendizaje de los estudiantes de la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu, año 2019. La investigación fue de tipo básica y su diseño fue no experimental.

 

La población de estudio estuvo formado por 76 alumnos matriculados en el nivel secundaria. La muestra de estudio estuvo formada por 12 alumnos identificados como alumnos con problemas de emociones negativas. El muestreo fue de tipo intencionado.

 

Los resultados de la investigación demuestran que las emociones negativas influyen poderosamente en el aprendizaje de los alumnos al bloquear su capacidad de atención y concentración, al afectar sus relaciones personales, y dañar su autoestima.

 

La investigación demuestra además la necesidad de desarrollar en los maestros y padres, competencias emocionales con la finalidad de atender el problema de las emociones negativas desde la escuela y el hogar. Asimismo;  se hace necesario incorporar en las instituciones educativas a los profesionales de la piscologìa para ayudar a superar no solo los problemas de  emociones negativas  sino tambien  vinculados con el acoso, escolar, el bullyng, la discrimación, etc.

 

La investigación pone de manifiesto que entre la cognición y la emoción existe un vínculo muy estrecho que nos permite entender que el aprendizaje a veces depende mas de la emoción que de la razón. El vínculo es tal que cuando se modifica uno de estos componentes se afecta irremediablemente el otro  componente.

 

En tal sentido, la educación es un proceso que busca integrar la emoción y la razón creando ambientes  agradables de aprendizaje, buscando una buena relación de comunicaciòn entre docentes  alumnos y padres de familia con la finalidad de mejorar el clima institucional y la convivencia en la institución educativa.

 

Palabras Clave

Emociones negativas, Aprendizaje


ABSTRACT

 

The main objective of this research has been to determine the relationship between emotional states and the learning of the students of the I.E. "Santiago Antúnez de Mayolo" by Shulluyacu, year 2019. The research was basic and its design was not experimental.

 

The study population consisted of 76 students enrolled in the secondary level. The study sample consisted of 12 students identified as students with negative emotion problems. Sampling was of the intended type.

 

The research results show that negative emotions powerfully influence students' learning by blocking their attention and concentration, by affecting their personal relationships, and damaging their self-esteem.

 

The research also demonstrates the need to develop emotional competencies in teachers and parents in order to address the problem of negative emotions from school and home. Likewise; It is necessary to incorporate in the educational institutions the professionals of the piscology to help overcome not only the problems of negative emotions but also linked to bullying, school, bullyng, discrimination, etc,

 

The research shows that between cognition and emotion there is a very close link that leads us to understand that learning sometimes depends more on emotion than on reason. The link is such that when one of these components is modified, the other component is irremediably affected.

 

In this sense, education is a process that seeks to integrate emotion and reason by creating pleasant learning environments, seeking a good communication relationship between student teachers and parents in order to improve the institutional climate and coexistence in the institution educational

 

Keywords

Negative emotions, Learning 


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación titulado “LOS ESTADOS EMOCIONALES NEGATIVOS Y EL APRENDIZAJE DE LOS ESTUDIANTES EN LA I.E. SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO DE SHULLUYACU - 2019” nace en la práctica pedagógica, como producto de nuestra observación al comportamiento que manifestaban ciertos alumnos y la relación que éste tenía con su aprendizaje.

 

El estudio se  desarrolló con estudiantes del nivel secundario, las fuentes de información han sido fuentes de primera mano, como las entrevistas  y las observaciones directas  realizadas a los alumnos y también fuentes  secundarias como son los textos, artículos científicos, información de internet y otros vinculados con el tema.

 

Como resultado de un diágnostico en la institución educativa, encontramos estudiantes con problemas emocionales, producto de los problemas que vivían en sus hogares.

 

Los efectos eran  visibles ya que los estudiantes  mostraban  baja autoestima, bajo rendimiento académico,  bajo nivel de socialización, bajo nivel de atención.

 

La ira y el miedo fueron las emociones negativas mas arraigadas en los estudiantes que formaban la muestra de estudio, quienes se asustaban hasta de sus propios actos, lo que repercutía en sus estilos de aprendizaje.

La tristeza, como estado emocional negativo afectaba al estudiante en su capacidad de atención, y esto provocaba un bajo rendimiento académico.

 

La ira y el rencor eran la manifestación más visible frente al éxito que mostraban algunos compañeros de aula y que se convertìa en insulto y agresión fisica.

 

La inseguridad y el bajo autoncepto, constituyen tambien dos rasgos de estudiantes afectados por emociones negativas.

 

Los padres de familia y también los profesores que no tienen competencias en atender estos problemas emocionales conlleva no sólo a una falta de identificación de emociones negativas sino también a que este problema se mantenga en el tiempo.

 

Es preciso indicar que el presente informe está organizado en cuatro capítulos:

El capítulo I, que comprende el problema de investigación, descripción, formulación, objetivos, hipótesis, variables y justificación e importancia.

El capítulo II, trata acerca del marco teórico, antecedentes, bases teóricas, definición de términos básicos.

El capítulo III, está referido a la metodología, nivel y tipo de investigación, diseño y esquema de la investigación, población y muestra, definición operativa del instrumento, recopilación de datos y técnicas de recojo, procedimiento y presentación de datos.

El capítulo IV, trata acerca de la discusión de resultados y análisis e interpretación de resultados.

Finalmente se presentan las conclusiones, sugerencias, bibliografía y los anexos.

Con la seguridad de haber aportado con algunas ideas a resolver el  problema de las emociones negativas, expresamos nuestra sincera gratitud a todas aquellas personas que con su valiosa y desinteresada colaboración contribuyeron a la realización del presente trabajo de investigación. 

                                                          

INDICE

DEDICATORIA                                                                                                I

AGRADECIMIENTO                                                                                             II

RESUMEN                                                                                                             III

ABSTRACT                                                                                                            IV

INTRODUCCIÓN                                                                                                    V

CAPÍTULO  I   PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN  

1.1.    Descripción del problema  14

1.2.    Formulación del problema  17

1.2.1 Problema general 17

1.2.2 Problemas específicos  17

1.3.    Objetivos  18

1.3.1 Objetivo general 18

1.3.2 Objetivos específicos  18

1.4.    Hipótesis  18

1.4.1 Hipótesis general 18

1.4.2 Hipótesis específica  18

1.5.    Variables  18

1.5.1 Variable independiente  18

1.5.2 Variable dependiente  19

1.5.3 Operacionalización de variables  19

1.6.    Justificación e importancia. 19

1.7.    Viabilidad  19

1.8.    Delimitación   19

CAPÍTULO  II  MARCO TEÓRICO  

2.1. Antecedentes  21

2.1. Bases  teóricas  24

2.1.1. Educación emocional 24

2.1.2. Implicación de las emociones en el proceso de aprendizaje. 27

2.1.3 Teoría cognoscitiva del aprendizaje  35

2.1.4. La inteligencia emocional 39

2.1.5. Cognición, emoción y  aprendizaje  45

2.1.6. El papel del docente en la educación emocional 49

2.1.7. Emociones y estilos de aprendizaje  51

2.1.8. Las emociones y tipo de emociones negativas  53

Tipos de emociones negativas  55

2.3. Definición de términos básicos  57

CAPÍTULO III  METODOLOGÍA  

3.1. Nivel de investigación  59

3.2. Tipo de investigación   59

3.3. Diseño y diagrama de  investigación   59

3.4. Población de estudio  60

3.5. Muestra  de estudio  61

3.6. Tipo de muestreo  61

3.7. Técnicas de investigación   61

3.8. Instrumentos  de investigación   62

3.9. Técnicas procesamiento y presentación de datos  63

CAPÍTULO  IV  RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN  

4.1. Análisis e interpretación de Resultados de la Prepruebas  64

DISCUSIÓN DE RESULTADOS   73

CONCLUSIONES   82

SUGERENCIAS   84

ANEXOS   90

 

CAPÍTULO I

PROBLEMA  DE  INVESTIGACIÓN

1.1. Descripción del problema

El hombre no es resultado de la casualidad sino de un proceso que se ha construido en miles y miles de años.

Del contacto con la naturaleza, de la observación de los hechos que lo rodeaban  el hombre ha ido generando un tipo de aprendizaje que le ha permitido  sobrevivir y atender las necesidades mas básicas como la alimentación, el descanso, la seguridad,la protección del frìo, la protección del ataque de los animales, etc.

Esos conocimientos que fueron producto de sus experiencias y observaciones cotidianas, se fue almacenando en su memoria, de tal forma que guiado por esos  recuerdos, podía seguramente afrontar distintas situaciones o problemas que la vida cotidiana le ofrecía.

Hoy sabemos, que ese almacenameinto de información en la memoria no  hubiera sido posible, si ésa información no se hubiera  asociado  con las emociones.

La ciencia ha demostrado que los recuerdos perduran,  solo cuando  están asociados a  las  emociones  que pueden ser positivas  como la alegría y el orgullo o negativas  como el miedo, la ira  y la tristeza.

Las emociones  son entonces,  esas reacciones que se producen al interior de un organismo para regular y mantener el equilibrio corpóreo, lo que posibilita el funcionamiento óptimo que equivale a un estado de equilibrio psicológico, anímico, energético e inclusive de salud.

Las emociones influyen en la motivación, en la forma de enfrentar los hechos sea con optimismo  o con pesismismo.

Las emociones han estado presentes a lo largo de la historia del hombre y seguirán allí en el futuro porque es parte de su esencia y de su existencia.

Como problema de estudio, las emociones han sido preocupación de muchos pensadores desde épocas históricas antiguas.

Aristóteles concebía  las emociones como una condición que transforma a la persona y que puede afectar su  juicio.

Los estoicos y especialmente Zenón consideraban que las emociones eran las responsables de las miserias y frustracioens humanas,   esto se debe a que las emociones son resultado acerca del juicio del mundo y del lugar que uno tiene en él.

Para el filósofo Spinoza, el alma y el cuerpo son dos aspectos de una misma realidad.

Las emociones derivan del esfuerzo (conatus) de la mente para preservar en ella el propio ser por un tiempo indefinido. Este esfuerzo se denomina voluntad cuando sólo se refiere a la mente y se dfenomina appetitus  cuando se refiere al mismo tiempo a la mente y al cuerpo. Así el deseo es la emoción fundamental.A el se unen las otras dos emociones  primarias: la alegría y el dolor.

Para Darwin, las emociones en los animales y el hombre funcionan como señales y comunican intenciones; tienden a ser reacciones apropiadas a la emergencia ante ciertos acontecimientos del entorno.

Para Watson y Skinner la emoción es una predisposición para actuar de determinada  manera.

Para Goleman, la emoción se refiere a un sentimiento y a los pensamientos, los estados biológicos, los estados psicológicos  y el tipo de tendencias  a la acción que lo caracterizan.

Como puede observarse, el asunto de las emociones ha sido pensado en distintas épocas y ha sido abordado desde distintos puntos de vista, sea como reacción  biológica o como  manifestación social.

Respecto a las emociones vinculadas con el aprendizaje, podemos indicar lo siguiente. Para la UNESCO que es parte de la Organización Mundial de las Naciones Unidas, el aspecto de las emociones resulta esencial para dos de los cuatro pilares, o retos, de la educación en l presente y el futuro.

El primero, vinculado con el “aprender a vivir juntos” y el segundo “aprender a ser”, citados en el informe “La educación encierra un tesoro”, elaborado por la Comisión Internacional sobre la Educación del siglo XXI en 1996, presidida por Jacques Delors.

 

De acuerdo con este informe, el factor emotivo es “un complemento indispensable en el desarrollo cognitivo, por cuanto la autorregulación y la conciencia de las emociones son herramientas fundamentales de prevención, ya que muchos problemas tienen su origen en el ámbito emocional” (Collell y Escudé (2003: p.13).

 

En el caso de aprender a vivir juntos, el buen humor, la gestión de las emociones, la capacidad de reconocer las reacciones emocionales propias y ajenas, son habilidades de los alumnos que benefician la convivencia entre pares y el aprendizaje colaborativo. De acuerdo con lo señalado por la UNESCO, el desarrollo emocional, permite a los estudiantes; participar y cooperar con los demás en sociedades que son cada vez más pluralistas y multiculturales; tolerar, respetar, saludar, aceptar e incluso celebrar la diferencia y la diversidad de las personas; ser capaz de afrontar situaciones de tensión, exclusión, conflicto, violencia y terrorismo. Esta competencia fomenta la capacidad cívica de tomar decisiones de base comunitaria, la tolerancia social, la gestión del medio ambiente, la fuerza de trabajo adaptable y la calidad de vida.

 

Pese a la gran importancia que tiene  comprender el aspecto emocional de nuestros alumnos, la mayoría de los docentes pensamos  que el aprendizaje de los alumnos se relaciona solo con el interés hacia el aprendizaje y no percibimos que ese aprendizaje tiene un fuerte vìnculo  con el lado emocional del alumno.

 

De ahí la importancia que tiene el aspecto  emocional en la educación, ya que es necesario  “una educación integral de la persona, que se ocupe del capacitar para la vida como señalaba Decroly con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social y no apuntar únicamente a los aspectos académicos.

 

Testimonios de algunos maestros que trabajan en zona rural, describen a sus alumnos, como prisioneros de sus preocupaciones, del estrés, de la ansiedad y de la agresividad  que viven  en sus hogares, lo que afecta significativamente su proceso de aprendizaje.

 

Este fenómeno se presenta también en la Institución Educativa de Shulluyacu, donde se ha observado que las emociones  negativas  afectan de manera significativa el avance académico de los estudiantes, por lo que constituye en este momento un problema que demanda una inmediata solución.

 

En nuestra  opinión, este problema puede resolverse a través de talleres reflexivos de reencuentro emocional de padres de familia con sus hijos.

A continuación planteamos las  siguientes interrogantes de investigación.

1.2. Formulación del problema

1.2.1 Problema general

¿Cómo influye los estados emocionales en el aprendizaje de los estudiantes de la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu –Distrito de Chacabamba.Año 2019?

1.2.2 Problemas específicos

a. ¿De qué manera las emociones de ira, miedo y tristeza afectan el aprendizaje de los estudiantes de   la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019?

b. ¿Qué importancia tiene el análisis de la educación emocional en los procesos educativos de los estudiantes de   la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019?

 

1.3.  Objetivos

1.3.1. Objetivo general

Determinar la relación existente entre los estados emocionales y  el aprendizaje de los estudiantes de la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu.Año 2019.

1.3.2. Objetivos  específicos

a. Explicar como las emociones de ira, miedo y tristeza afectan el aprendizaje de los estudiantes de   la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019.

b. Describir la importancia de la educación emocional en los procesos educativos de los estudiantes de   la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019.

 

1.4  Hipótesis

1.4.1. Hipótesis general

Los estados emocionales influyen significativamente en el aprendizaje de los estudiantes de la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019

1.4.2. Hipótesis específica

Los estados emocionales  de ira, miedo y  tristeza influyen negativamente en el aprendizaje de los estudiantes de la I.E. “Santiago Antúnez de Mayolo” de Shulluyacu – 2019.

 

1.5  Variables

1.5.1. Variable independiente

Los estados emocionales negativos

1.5.2. Variable dependiente

Aprendizaje

1.5.3. Operacionalización de variables

VARIABLES

DIMENSIONES

INDICADORES

ITEMS

 

 

Los estados emocionales negativos

Miedo

Se muestran inseguros y nerviosos.

5

 

Tristeza

Muestran decaimiento, desánimo, desilusión, baja autoestima, se muestran distraídos.

 

3

Ira

Se muestran  ofensivos,

violentos, agresivos, irascibles.

 

4

 

Aprendizaje

Dominio de contendios conceptuales y procedimnetales en las diferenets areas del currículo.

 

Logro Satisfactorio

En proceso

En inicio

4

 

1.6   Justificación e importancia

Frente a los diferentes problemas que se observa cotidianamente en el proceso de enseñanza aprendizaje, es preciso trabajar el estado emocional de los alumnos, sobre todo, si se trata del estado emocional negativo con la finalidad de evitar que ésta afecte al aprendizaje del estudiante.

Trabajar el proceso de enseñanza aprendizaje desde el trabajo en equipo, promoviendo en todo momento, la resiliencia, la tolerancia, la empatía, etc.

1.7. Viabilidad

El presente trabajo de investigación resulta  viable porque se cuenta con los recursos materiales y logísticos necesarios, el permiso de las autoridades educativas y el respaldo de los padres de familia.

1.8 . Delimitación

1.8.1. Delimitación espacial

El trabajo se desarrolló en la Institución Educativa Santiago Antunez de Mayolo, ubicado en el centro poblado de Shulluyacu que pertenece al distrito de  Chacabamba  en la provincia de Yarowilca.

1.8.2. Delimitación temporal

El presente informe de investigación se desarrolló entre los años 2018 y 2019.

1.8.3. Delimitación de contenido

En la presente investigación se abordó dos conceptos;  los estados emocionales negativos y el aprendizaje de los alumnos.


 

CAPÍTULO  II

MARCO TEÓRICO

2.1. Antecedentes

A continuación citaremos a tres autores cuyos  trabajos guardan relación con nuestra investigación.

 

1. Tiria, D. (2015) en su tesis  titulada  “La educación emocional dentro de los procesos de enseñanza -  aprendizaje de los niños y niñas de 4° y 5° primaria”, arriba  a las  siguientes  conclusiones.

 

a). La literatura encontrada refleja la importancia que ha venido tomando la educación emocional actualmente como elemento sustancial en la formación integral de los estudiantes, debido a que son cada vez más los estudios recientes enfocados básicamente en la inclusión de la educación emocional en las aulas, su efecto sobre el desempeño académico de los estudiantes y sus procesos de convivencia y comportamiento, evidenciando en la mayoría de los casos un mejoramiento en estos aspectos.

 

b). Se puede inferir que tanto para los docentes como para los padres de familia existe una relación directa entre las emociones, el manejo que se les dé y el desempeño académico de los niños y las niñas.

 

c). Para los padres de familia las emociones se detectan y se les presta atención cuando son negativas, porque pueden afectar la convivencia tanto en el hogar como en el colegio y pueden generar desconcentración en las clases, haciendo que el desempeño baje.

 

d). Por otro lado, en cuanto al punto de vista de los estudiantes, se evidencia que para ellos es indiferente fijarse en sus emociones y mucho menos en la forma como éstas pueden llegar a afectar o no su desempeño académico, para los niños y niñas que participaron en este estudio es poco importante prestarle atención a sus emociones y por lo tanto, es menos importante aún darse cuenta y analizar las emociones de los demás, siendo ésta tal vez, una de las causas del matoneo estudiantil en esta población, y aunque de acuerdo con las docentes de la institución no existe un nivel alto de casos de matoneo, si se dan casos esporádicamente.

 

2. García, J. (2015 ) en su investigación tituladaLa educación emocional, su importancia en el proceso de   aprendizaje”, llega  a las  siguientes conclusiones.

 

a). El paradigma de la educación racional, centrada en el aprendizaje de contenidos, ignorando las dimensiones no académicas de los y las estudiantes, particularmente las emociones, ha mostrado su agotamiento. Por ello se requiere urgentemente un cambio en ese sentido, lo cual solo será posible en la medida que la sociedad revalore el papel de las emociones como un elemento primario, fundamental y sustantivo del proceso de aprendizaje.

 

b). Debemos tener claro que no se aprende lo que no se quiere aprender, no se aprende aquello que no motiva, y si algo no motiva se debe a que no genera

emociones positivas que impulsen a la acción en esa dirección. Esta es la clave de considerar a las emociones como parte del aprendizaje, por lo cual la educación emocional se constituye, por derecho propio, en una necesidad que va más allá del ámbito escolar.

 

c). La educación emocional debe ser vista, conceptualizada y puesta en marcha para procurar que los y las educandos se conozcan a sí mismos y conozcan a los demás, se respeten, respeten a los otros y al entorno donde viven, de manera que se pueda plantear el desarrollo integral de su personalidad como requisito para la construcción de la felicidad.

 

3. Moreno, L.  (2015) en su tesis denominada  Las emociones como factor que influye en el aprendizaje: Estudio de caso”. Llega  a las siguientes  conclusiones.

 

a). Tradicionalmente la escuela ha dedicado sus esfuerzos al desarrollo de las habilidades cognitivas, priorizando el alcance de los aprendizajes científicos y técnicos, sin embargo, existen aportaciones científicas, elaboradas por estudiosos del tema entre los que encontramos a Bisquerra (2006), Woolfolk (2010), Vallés y Vallés (2000), Maya y Pavajeau, (2007), Vélez (2013), Ostrosky (2013), etc., que destacan la existencia de un vínculo de gran importancia entre las emociones y una serie de funciones cognitivas.

 

b). Los alumnos se interesan por aprender si el objeto de estudio les resulta agradable, familiar o valioso, también es importante que en cierta medida ellos se sientan aptos, capaces y en control de la situación de aprendizaje.

 

c). Por el modelo de Bower  se sabe que la memoria emocional vincula los aprendizajes con el estado de ánimo del alumno al momento de aprender, por ejemplo, cuando un estudiante experimenta una emoción agradable, durante una situación de aprendizaje sobre álgebra, dicha emoción se almacenará en la memoria junto con los aprendizajes adquiridos, en eventos posteriores al evocar el tema la emoción que experimente será positiva, y viceversa.

 

d). Existe evidencia para afirmar que los discentes son más propensos a prestar atención, recordar y aprender, cuando el material o la estrategia de enseñanza les provocan respuestas emocionales.

 

e). Las emociones que permiten estados de ánimo agradables liberan espacios en la memoria para los aprendizajes, en el caso contrario, cuando un estudiante se siente ansioso ante alguna situación cognitiva, las emociones desagradables como el miedo, enojo y tristeza ocuparán espacios en la memoria de trabajo y desviarán la atención que podría reservarse para aprender.

 

Además, el efecto de la emociones como la alegría permiten que la mente se centre en la resolución del problema, por lo que se reduce la probabilidad de cometer errores y se incrementa la creatividad.

 

f).En otro sentido, las emociones cumplen la función de instigar al alumno para obtener cierta recompensa que le permita sentirse exitoso, reconocido o en pleno dominio de ciertas habilidades, en este caso el esfuerzo cognitivo se hará por la gratificación que esperaba obtener.

 

Aspectos como la valencia, activación y dominio de las emociones también intervienen en la adquisición de conocimiento. La valencia es el grado en que un alumno se siente de buen humor respecto a lo que va a aprender, la activación es la respuesta del alumno ante alguna actividad que requiera de un esfuerzo por aprender.

 

g). Para aprender es necesario prestar la debida atención a lo que se trata de asimilar y esto dependerá de qué tan placentero le resulte al aprendiz acercarse a los objetos por conocer. La atención se fija a través de un esfuerzo cognitivo y éste se realiza siempre y cuando el alumno se sienta en condiciones de hacerlo.

 

2.1. Bases teóricas

2.1.1. Educación emocional

Según Bisquerra, (2001. p 47) la educación emocional es una rama de la educación que ha venido tomando fuerza de acuerdo a las necesidades de la sociedad actual en medio de un contexto en el cual los estudiantes están expuestos a múltiples situaciones y requieren habilidades y competencias en el campo emocional. De igual forma, el concepto de educación emocional se ha venido trabajando cada vez más profundo a medida que avanza la sociedad, pues los problemas que se generan en torno al analfabetismo emocional  son cada vez más hondos y de difícil manejo, tanto para padres, como para docentes y hasta para los estudiantes.

 

Fundamentos teóricos y epistemológicos.

Para (Briones, 2002. p 23). La educación emocional es un término derivado de la inteligencia emocional, la cual se fundamenta en el aspecto psicológico como una de las formas que tiene el racionalismo, en el cual se busca que el pensamiento sea superior a las emociones y para ello se requiere manejarlas a través de la razón, de igual manera el empirismo también fundamenta la educación emocional en cuanto se opone a toda forma de idealismo, específicamente el empirismo crítico el cual sostiene que la crítica es la manera como no se puede aceptar absolutamente la información recibida desde los sentidos.

 

A diferencia de los anteriores, para Aristóteles la felicidad es el bien máximo al que puede aspirar un hombre a través de su propio obrar, por tal razón y siendo el hombre un ser naturalmente racional, para este filósofo la felicidad sólo se encuentra en eso que hace al hombre diferente a los demás seres de la naturaleza: la razón. De ahí que el racionalismo sea la escuela que fundamente la inteligencia emocional, por eso, para Aristóteles, el hombre bueno debe actuar de acuerdo con su razón, sin embargo, su actuar se deriva de su esencia, la cual no es más que su alma, y el alma para Aristóteles se divide en tres partes, dos de ellas son irracionales y la otra la llamó el ama intelectiva y de la cual se deriva la felicidad anteriormente nombrada.

En la actualidad, la educación emocional basa muchos de sus aportes en el modelo de Mayer y Salovey  quienes sostienen que las emociones, ayudan a resolver problemas y hacen más fácil la adaptación al medio.

 

En efecto, para Salovey y Mayer (1990 p.78) la inteligencia emocional se basa en un modelo llamado de habilidades, pues potencializa las habilidades para percibir, valorar y expresar emociones de forma exacta, al igual que habilidades para adquirir sentimientos, comprender emociones y por último, regularlas.

 

Objetivos de la educación emocional.

Teniendo en cuenta que la investigación a desarrollar será en un contexto de educación infantil, se han tenido en cuenta objetivos enfocados a este nivel educativo, entre los que se encuentran:

a) Favorecer el desarrollo integral de los niños.

b) Potenciar actitudes que giren en torno a la formación en valores.

c) Potenciar la actitud ante la satisfacción del esfuerzo y el deber cumplido.

d) Potenciar la capacidad de tolerar la frustración y la forma de reaccionar ante la misma, es decir la impulsividad, que por lo general es el factor desencadenante de múltiples conflictos.

 

De igual forma, la educación emocional busca desarrollar la capacidad de relacionarse de forma efectiva consigo mismo y con las demás personas, por ello, surge como respuesta ante algunas dificultades de tipo comportamental que presentan los estudiantes y cuyo origen en la mayoría de los casos es de tipo emocional, en este aspecto, se ha creado una propuesta llamada Aprender a Convivir, trabajada con estudiantes entre los 3 y 7 años, en la cual se deben mejorar estos aspectos a través del fortalecimiento de la competencia social, logrando así, resultados que redundan en el mejoramiento de la calidad educativa.

 

2.1.2. Implicación de las emociones en el proceso de  aprendizaje

La escuela ha sido históricamente el reino de lo cognitivo, donde se ha privilegiado el pensar sobre el sentir. Sin embargo, autores como Miller (2016, p. 123) y Pintrich (2006. p 147) consideran que “el aprendizaje no sólo se refiere a la cognición fría del razonamiento y la resolución de problemas. El aprendizaje y el procesamiento de la información también se ven influidos por las emociones, de manera que también la cognición cálida es importante para aprender”.

 

Según Gerrit y Zimbardo (2005: p.404) los estados emocionales pueden afectar el aprendizaje, la memoria, los juicios sociales y la creatividad. Las respuestas emocionales tienen una función importante en la organización y categorización de sus experiencias vitales.

 

En otras palabras podemos decir que, las emociones interfieren en el aprendizaje, la memoria y algunas de sus dimensiones como la atención, percepción y pensamiento.

 

Iniciaremos con la memoria. Según el modelo de Bower existe un efecto de congruencia entre el estado de ánimo y el objeto de estudio, ello depende de la similaridad entre el estado de ánimo y la valencia del material que está siendo aprendido o recuperado. Por lo tanto, se pueden considerar que las emociones interfieren de dos maneras: una para el aprendizaje y otra para la recuperación. Se aprende más material con un determinado contenido afectivo (valencia del material) cuando el individuo se encuentra en un estado de ánimo congruente (mismo tipo) con la valencia del material. Además de que se recupera más material de valencia congruente con el estado de ánimo que material de valencia no congruente con el estado de ánimo (en el momento de la recuperación). El efecto de recuerdo dependiente del estado se produce independientemente de la valencia del material y se refiere a la congruencia de dos estados de ánimo, el del momento del aprendizaje y el de la fase de recuperación. Viene a decir que se recuerda (y reconoce) más material cuando ambos estados de ánimo son iguales que cuando son diferentes u opuestos (Fernández, 2005, p. 55).

 

De este modelo nace el concepto de aprendizaje diferencial, señala que las personas aprenden más material en un estado de ánimo positivo. En contraste con el efecto de la alegría, la tristeza inhibiría el aprendizaje por pérdida de motivación o por la incontrolabilidad de pensamientos negativos que interfieren en la conciencia y restan atención a los procesos de aprendizaje.

 

Con este argumento es posible identificar la importancia que tienen las emociones para la memoria, debido a que a través de ellas es posible asociar con mayor eficacia los contenidos, al relacionarlos con sentimientos de agrado o desagrado; tal como lo señalan Alexander y Murphy (1998), Cowley y Underwood (1998), Reisberg y Heuer (1992)  en la siguiente frase “los seres humanos son más propensos a poner atención, a aprender y a recordar acontecimientos, imágenes y lecturas que provocan respuestas emocionales (citados por Woolfolk, 2010: 396).

 

En el primer caso, enfrentar una circunstancia cognitiva de buen humor, le ofrece al alumno mayor posibilidad de concentrarse en el objeto de aprendizaje, evitando distracciones, ya que los sentimientos de miedo o ansiedad generalmente desvían el foco de atención y pueden llegar a bloquear por completo el aprendizaje.

Para (Gerrit y Zimbardo, 2005: 406) el estado de ánimo agradable, produce un pensamiento y solución de problemas más eficientes y más creativos como señala

 

En el segundo caso, cuando un alumno se enfrenta a una situación de aprendizaje de mal humor o con desagrado, estará perdiendo de vista el fin último de la actividad, el sentimiento negativo limita su capacidad de recordar, además de que la emoción se convierte en el punto de referencia para rememorar tal conocimiento, de esta forma la siguiente vez que el aprendiz evoque dicho aprendizaje lo hará con desagrado.

 

Pekrun (2002 p, 187), aclara que “en ocasiones, las emociones interfieren con el aprendizaje al ocupar la atención o el espacio de la memoria de trabajo que podría utilizarse para aprender.

 

(Fernández, 2008: 52) apoya esta idea y sostiene que los alumnos que aprenden en circunstancias desagradables comúnmente experimentarán ansiedad la cual “deteriora el rendimiento porque hace disminuir la capacidad de procesamiento, al tener que ocupar el individuo ansioso parte de los recursos en el procesamiento de las cogniciones irrelevantes para la tarea, asociadas a la ansiedad ".

 

En ambos casos las emociones inciden en el periodo de tiempo que pemanecerá el aprendizaje en la memoria, la posibilidad de que el aprendizaje perdure o se olvide dependerá de la respuesta fisiológica de la emoción que se experimenta; en palabras de Pekrun, Elliott y Maier  “las emociones pueden repercutir en el aprendizaje al modificar los niveles cerebrales de dopamina que influyen en la memoria de largo plazo y al dirigir la atención hacia un aspecto de la situación (citados en Woolfolk, 2010: 397).

 

Además de influir en la memoria, las emociones pueden ser causa y consecuencia del proceso cognitivo, se pueden considerar la fuente de inspiración para el alumno cuando son las que activan al sujeto para actuar en función de algún objeto de aprendizaje que le interesa asimilar.

 

La condición óptima del aprendiz ante los conocimientos tendría que ser aquella en la que siempre exista un motivo para que desee esforzarse por conocer los contenidos propuestos por la escuela. Es decir, el sujeto que aprende debe tener un interés personal en el objeto a conocer. Para apoyar este argumento se presenta la siguiente idea:

 

En primer lugar es necesaria una predisposición para el aprendizaje significativo. Dado que comprender requiere siempre un esfuerzo, la persona debe tener algún motivo para esforzarse, si el alumno o aprendiz no está dispuesto a esforzarse en relacionar y se limita a repetir el material, no habrá aprendizaje significativo.

 

Por tales razones cuando se habla del proceso de aprendizaje con respecto a la labor del profesional en educación, se sabe que se trata de una tarea seria y planificada, ya que si los alumnos no tienen el interés requerido, será labor de quien diseña la estrategia de aprendizaje hacer que se interesen, se sientan atraídos y encuentren agradable la situación cognitiva. Como bien señala Platón “la tarea más importante para una sociedad es enseñar a los jóvenes a encontrar placer en los objetos correctos”

 

Es importante que los involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje tengan presente que las emociones: Tienen efectos sobre procesos mentales. Las emociones pueden afectar  la percepción, atención, memoria, creatividad y otras facultades. Así por ejemplo se ha observado que la felicidad hace más flexible la organización cognitiva, produciendo más asociaciones que las normales. Esto tiene una aplicación en la creatividad artística, científica y en la resolución de problemas.

 

La felicidad se ha asociado con personas que tienen objetivos elevados. Las personas felices son más propensas a cooperar y ayudar a los demás (Bisquerra, 2005: 64).

 

Como ya lo señalamos, las emociones al igual que los motivos, activan y dirigen la conducta. Nos instigan a acercarnos a un objeto o alejarnos de él. Sin embargo también como los motivos pueden activar una compleja cadena de conductas capaces de favorecer o dificultar el cumplimiento de nuestras metas.

 

Según la ley de Yerkes-Dodson, cuanto más compleja sea una tarea, más bajo será el nivel de activación emocional que pueda tolerarse sin que interfiera con el desempeño (Morris y Maisto, 2001,p. 94). Un ejemplo de esto puede ser el caso de algún alumno que se encuentre a punto de participar en un examen para ser admitido en la institución que siempre ha soñado, pensemos que es una escuela de alta demanda, matrícula reducida y que el número de aciertos requeridos para ser seleccionado es muy alto, el discente que está a punto de presentar la prueba sabe que debe dormir para estar en perfectas condiciones, sin embargo, su nivel de activación es tan alto que le impide conciliar el sueño el tiempo necesario.

 

Todo esto se debe a que “las emociones fuertes tienden a desorganizar las actividades inteligentes operativas. Las tareas que exigen delicada coordinación motora o un buen juicio crítico no se ejecutarán eficientemente cuando nos encontremos presos de la emoción” (Geldard, 1982: 69); es por esto que ante situaciones complejas se recomienda un nivel bajo de activación ya que favorece la concentración.

 

El nivel de activación se define como: El término que se utiliza para designar la medida de energía potencial almacenada en un organismo. Se trata tanto del ritmo de los procesos cerebrales como del nivel general de atención frente a los estímulos del medio, y está determinado por el sistema de actitud reticular. La representación gráfica de la relación del nivel de activación y rendimiento tiene la forma de U invertida. El vértice de la curva indica el nivel óptimo para el funcionamiento del organismo de un individuo.

 

En el segundo caso las emociones se consideran los frutos de la cosecha, cuando un alumno se siente orgulloso, aliviado o exitoso, a raíz de haber hecho lo posible para aprender sabiendo que estas emociones son el resultado de su esfuerzo, por esta razón en líneas anteriores señalamos que las emociones pueden considerarse causa o consecuencia del aprendizaje.

 

Otra variable cognitiva es la toma de decisiones, las emociones interfieren fungiendo como un sistema de alarma ante algún peligro, cuando aun los estudiantes carecen de información suficiente para tomar decisiones estas suelen ser el factor predictivo de las acciones, esto se sabe por Autores como Ortony, Clore y Collins quienes determinaron que en el terreno cognitivo las emociones funcionan para la persona como el detector de obstáculos para conseguir un objetivo deseado; la emoción puede ser entendida como el resultado de una evaluación del grado al cual los objetivos de alguien están siendo encontrados en la interacción con el ambiente (citados por Ostrosky y Vélez, 2013: 51).

 

El esfuerzo cognitivo que un aprendiz hace para asimilar en conocimiento es otra variable en la que las emociones influyen de manera importante de la siguiente manera:

 

De acuerdo al medio o al modo en que se presenta el aprendizaje, éste puede ser: Aprendizaje explícito o cognitivo; o Aprendizaje implícito o emocional. El primero implica un alto consumo de energía para nuestra Unidad Cuerpo Cerebro Mente ya que requiere de un esfuerzo consciente (atención selectiva y sostenida), repetición constante (para su almacenamiento), es decir, es un proceso lento, y que se olvidará con facilidad. Por el contrario, el aprendizaje implícito-emocional: No requiere de esfuerzos, por lo que no genera ningún gasto energético para nuestra UCCM, son automáticos e implícitos, por ello se adquieren rápidamente y son indelebles en el tiempo. Con todas estas características favorables, es entendible que nuestro cerebro privilegie este modo de aprendizaje y no el primero. No debemos olvidar, nuestro cerebro esta moldeado desde hace millones de años atrás en la escases, y por lo tanto, tiene una “economía en su funcionamiento”; es decir, privilegia el poco gasto energético (Frigerio, 2010.p.4).

 

Al respecto de los resultados del desempeño de un estudiante diremos que suelen ser el factor que determina su estado de ánimo con respecto al éxito y el fracaso, estas experiencias  según Pekrun, Elliott y Maier,  “pueden provocar emociones de logro como orgullo, esperanza, aburrimiento, enojo o vergüenza” (citados por Woolfolk, 2010: p.397).

 

Schutz y Pekrun, señaln que las emociones de logro son procesos psicológicos complejos en los que intervienen componentes afectivos, cognitivos, motivacionales y expresivos; por ejemplo, el disfrute de los aprendizajes, la esperanza, el orgullo, la ansiedad, la vergüenza y el aburrimiento, y afirman, además, que dichas emociones son sumamente importantes para la motivación y el aprendizaje de los estudiantes, el desempeño académico y el desarrollo de la identidad (citados por Paoloni y Vaja, 2013 p.138)

 

Según esta postura existen emociones positivas y negativas, ambas interfieren directamente en el desempeño académico de tal forma que al experimentar emociones positivas como el orgullo o la esperanza “se promueve una mayor motivación para aprender, el uso de estrategias de aprendizaje más flexibles, y se apoya la autorregulación” y al contrario, si lo que se vive son emociones negativas como la vergüenza o la ansiedad “se disminuye la motivación y se reducen los esfuerzos requeridos para procesar información” (Paoloni y Vaja, 2013. p. 138).

 

El desempeño académico está relacionado con los sentimientos de logro y estos, a su vez, están estrechamente ligados con las metas del alumno. Las metas pueden ser de dominio, metas de acercamiento al desempeño y metas de evitación de desempeño.

 

Las metas de dominio se refieren  a obtener aprendizajes a largo plazo, el aprendiz se siente motivado por un interés personal y lo que persigue es el conocimiento (factual, práctico o actitudinal). Cuando los estudiantes se enfrentan al aprendizaje como una meta de dominio necesitan sentirse aptos y en control del objeto de aprendizaje. Bandura, lo denomina concepto de autoeficacia y menciona que son “las creencias de los estudiantes respecto a su eficacia para regular su propio aprendizaje y dominar los diversos temas académicos, que operan sobre el rendimiento de dichos estudiantes” (citado por Paoloni y Bonetto, 2013: 2).

 

En las metas de dominio el alumno se concentra en una actividad, valora la actividad como una forma para incrementar su inteligencia y llega a sentirse en control de la situación; como no tiene temor de fracasar, puede enfocarse en la tarea en cuestión. El establecimiento de metas de dominio predice el gozo del aprendizaje, la esperanza y el orgullo. Los estudiantes con metas de dominio serán menos propensos a sentirse aburridos o enojados al aprender” (Woolfolk, 2010: 397).

 

Las metas de acercamiento al desempeño suelen ser algo positivo para el aprendizaje, sin embargo, el estudiante debe diferenciar entre obtener una buena calificación y el verdadero aprendizaje, ya que fijarse metas de este tipo podrían llevarlo a esforzarse “a como dé lugar” por una nota alta olvidándose de asimilar durante el proceso conocimientos significativos. En este caso los alumnos que tienen una meta de acercamiento al desempeño quieren dar una buena impresión o ser los mejores, y enfocarán su atención en los resultados positivos. Las metas de acercamiento al desempeño se relacionaron principalmente con el orgullo.

 

Los estudiantes que consideran el aprendizaje escolar como una meta a evitar; evaden las tareas difíciles, reducen sus esfuerzos y se dan rápidamente por vencidos frente a las dificultades, acentúan sus deficiencias personales, disminuyen sus aspiraciones y padecen en gran medida, ansiedad, estrés, desesperanza y vergüenza. Tales dudas sobre sí mismo disminuyen el rendimiento y generan gran malestar, las investigaciones realizadas demuestran que el individuo que se considera a sí mismo altamente eficaz, actúa, piensa y siente de forma distinta de aquel que se percibe ineficaz.

2.1.3 Teoría cognoscitiva del aprendizaje

La Teoría cognoscitiva identifica que el aprendizaje se vincula, no tanto con lo que los estudiantes hacen, sino con qué es lo que saben y cómo lo adquieren. La adquisición del conocimiento se describe como una actividad mental que implica una codificación interna y una estructuración por parte del estudiante. El estudiante es visto como un participante muy activo del proceso de aprendizaje (Ertmer y Newby, 1993: 12).

 

A diferencia de las teorías conductistas que se interesan por los cambios observables en la conducta como producto del aprendizaje, este modelo enfatiza su atención en los procesos y estructuras mentales de los estudiantes al asimilar los saberes, pues considera que el conocimiento se aprende y esto es lo que genera los cambios en la conducta.

 

Woolfolk (2010: 269)  señala que el paradigma cognitivo se centra “en la manera en que las personas recuerdan y dan sentido a la información y las ideas”

 

En cuanto a la figura del aprendiz, esta corriente señala que el sujeto que aprende lo hace de manera no arbitraria y se basa en intereses y métodos personales para adquirir y acrecentar los conceptos que desea aprender, Wittrock  menciona que los alumnos asisten al salón de clases ya de por si con “planes, intenciones, metas, ideas, recuerdos y emociones, que utilizan de manera activa para poner atención, seleccionar y construir significados a partir de estímulos y conocimientos de la experiencia” (citado por Woolfolk, 2010: 233).

 

Algunos de los principios del aprendizaje cognoscitivo proponen:

Enfatizar en la participación activa del estudiante en el proceso de aprendizaje, promover el autocontrol y entrenamiento metacognitivo, por ejemplo, enseñando técnicas de autoplanificación, monitoreo y revisión.

 

Utilizar el análisis jerárquico para identificar información relevante durante las tareas cognitivas.

 

Enfatizar en la estructuración, organización y secuencia de la información para facilitar su óptimo procesamiento y uso de estrategias cognitivas tales como esquematización, resumen, síntesis, y organizadores avanzados, etc.

 

Crear ambientes de aprendizaje que permitan y estimulen a los estudiantes para hacer conexiones con material previamente aprendido, evocación conocimiento a través de preguntas clave, uso de ejemplos pertinentes, analogías, mnemotecnias, paráfrasis, lluvia de ideas.

 

El paradigma cognitivo propone que el alumno sea un sujeto que actué en pro de la meta que se ha propuesto. Como señala (Woolfolk, 2010: 234), “en vez de recibir influencia de manera pasiva de los sucesos ambientales y de la gente, elige, practica, pone atención, ignora, reflexiona y toma muchas otras decisiones mientras persigue metas” , para alcanzarlas el alumno necesita de un plan de acción y tener muy en cuenta los métodos que le faciliten las tareas de aprendizaje.

 

Los métodos descritos en esta teoría como herramientas que posibilitan los procesos mentales complejos del aprendizaje como la atención, memorización y comprensión del conocimiento, son elementos que a su vez integran el estilo de aprendizaje de un estudiante.

      

La metacognición para Flavel (citado por Klimenco y Alvarez, 2009: 17),  es “el conocimiento que uno tiene acerca de los propios procesos y productos cognitivos o cualquier otro asunto relacionado con ellos”, por ejemplo, un estudiante realiza una lectura que contiene términos que no puede entender, en este caso el estudiante los identifica como palabras desconocidas para él (conocimiento de una característica personal), a su vez el estilo de escritura dificulta su comprensión (conocimiento de una característica de la tarea), para poner en claro la información identifica y subraya las ideas principales del texto (conocimiento de una estrategia).

 

Estas ideas nos permiten señalar que el autoconocimiento del estilo de aprendizaje le proporciona al alumno información acerca de lo que prefiere en cuanto a maneras de aprender se refiere, así como los procedimientos estratégicos que puede llevar a cabo de modo que los utilice de forma no arbitraria y en plena conciencia.

 

Ahora, las estrategias de aprendizaje se refieren a los planes generales que un estudiante debe seguir para conseguir la meta de estudio, por ejemplo, debe pensar en el tiempo que empleará, los materiales a utilizar, algún método de supervisión que le ayude a corroborar si lo aprendido va encaminado al objetivo, así como la técnica específica de estudio que debe utilizar para adquirir el conocimiento.

 

(Arias, Zegarra y Justo, 2014: 269) sostienen que las estrategias de aprendizaje son las secuencias integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición, el almacenamiento y la utilización de información y conocimientos. El autoconocimiento de “los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables de cómo los discentes perciben, interaccionan y responden en su ambiente de aprendizaje”.

 

 

2.1.4. La inteligencia emocional

Cuando en 1983 Howard Gardner publicó Frames of Mind y posteriormente en 1995  Inteligencias Múltiples, La Teoría en la Práctica, planteando la existencia de diferentes inteligencias, incluyendo entre estas las inteligencias intrapersonal e interpersonal, abrió un espacio fundamental en la reconceptualización de la educación, y aunque no era esta su intención, esto llevó a tener que reconsiderar el papel que las emociones juegan en ella. Sin embargo; fue Daniel Goleman en el año 1996, quien frente al anquilosado sistema educativo heredado desde la ilustración y determinado por el conductismo, popularizó por medio de su libro, la Inteligencia Emocional (IE), las ideas audaces e innovadoras que Peter Salovey y John Mayer habían propuesto desde 1990, las cuales venían a cubrir los espacios vacios dejados por el constructivismo y el construccionismo como propuestas cognitivistas opuestas al conductismo.

 

Peter Salovey y John Mayer en 1990, plantearon que la Inteligencia Emocional, era la capacidad que posee y desarrolla la persona para supervisar tanto sus sentimientos y emociones, como los de los demás, lo que le permite discriminar y utilizar esta información para orientar su acción y pensamiento. 1), ISSN: 0379-7082, 2012

 

Esta propuesta vino a cuestionar los modelos educativos que hasta finales del siglo XX insistieron en la construcción de una educación que privilegiaba los aspectos intelectuales y académicos, considerando que los aspectos emocionales y sociales correspondían al plano privado de los individuos.

 

Posteriormente Salovey y Mayer en 1990 reformularon su definición anterior para proponer que la Inteligencia Emocional conlleva la habilidad para percibir con precisión, valorar y expresar emociones, así como el poder acceder y/o generar sentimientos cuando estos facilitan el pensamiento, lo que posibilita conocer comprender y regular las emociones, lo que promueve el crecimiento emocional e intelectual.

 

De esta manera se inició una ardua lucha por combatir el carácter "anti-emocional” del modelo de escuela que imperó hasta antes del siglo XXI, en el cual las emociones fueron formalmente suprimidas con la finalidad de  controlar el tiempo, la mente, el cuerpo y, sobre todo, las emociones de los y las educandos, aduciendo que entre la razón y la emoción existía un universo de distancia, constituyéndolas en opuestos dentro de la existencia humana.

 

A partir de esto, la escuela anti-emocional definió una diferencia sustantiva entre el pensamiento racional y emocional, tipificando al primero como “objetivo” y asignando al segundo un carácter “subjetivo”. Esto, porque el pensamiento racional ha sido ligado históricamente con la lógica y particularmente las matemáticas, en virtud de la herencia de la  cultura griega en el mundo occidental, la cual privilegió aquellas formas de pensar donde la lógica aristotélica se definió como razonamiento correcto. Contrario a esto se ha considerado que el pensamiento emocional y la consecuente conducta emocional, conlleva a una conducta desordenada; sin embargo esto es un craso error, puesto que ha sido demostrado que tal conducta consiste en un sistema organizado, que la misma tiende a una meta, de manera tal que cada emoción conscientemente asumida, es  una respuesta articulada con la que cuentan las personas ante determinados estímulos.

 

El planteamiento de que las emociones están ligadas a factores subjetivos refleja que no se ha tomado en cuenta que éstas incluyen una evaluación de las implicaciones que la situación o evento tiene para el organismo que le permite efectuar una valoración de la situación en la que entran en juego las diferencias individuales, las cuales pueden estar sujetas a un procesamiento controlado o voluntario de la información, que orienta la toma de decisiones partiendo de un chequeo de atribución causa-efecto, discrepancia entre lo ocurrido y lo esperado, la facilitación de metas, la urgencia de responder ante el evento que esta siendo valorado,  interviniendo en todos estos aspectos la memoria, la motivación y el razonamiento, lo que revela que la toma de decisiones esta más afectada por el carácter emocional que racional.

 

De esta manera, la persona otorga una significación a un evento, por medio de sus emociones, es decir, la emoción es un recurso por el cual, el individuo procura expresar el significado que le otorga a un estímulo aceptado, lo que implica que las emociones remiten a lo que significan, y en su caso incluyen el significado que se le da a la totalidad de las relaciones de la realidad humana, a las relaciones con las demás personas y con el mundo. De ahí que se pueda considerar que una emoción es precisamente una “toma de conciencia del ser humano”, que abarca sus diferentes dimensiones bio-psico-sociales, de lo anterior, la conducta racional y la conducta emocional no deben ser vistas como elementos opuestos dado que constituyen dos componentes de la personalidad.

 

Por lo anterior, cada emoción tiene una finalidad y la percibimos en conductas determinadas y específicas, de manera tal que la misma supone una organización de la conducta, lo cual refleja una toma de conciencia que demanda la existencia de un componente inconsciente para que se pueda, precisamente, tomar consciencia.

De esta, las emociones implican una resignificación de los eventos o sucesos, lo que permite comprender y aceptar que la cognición y la emoción se afectan recíprocamente, por lo que la persona que se educa debe ser considerada como una mezcla de razón y emoción, de manera tal que separar estos dos componentes sería atentar contra el carácter humano del ser humano.

 

Lo anterior permite reafirmar que la razón y  la emoción son dos aspectos que existen de manera conjunta y por que se hallan muy unidos en la mente del individuo, hace  que los lleva a actuar de manera conjunta, ligados a los conocimientos adquiridos. De hecho, es merced a la necesidad o interés que presenta una persona por adquirir determinados conocimientos, que las emociones y sentimientos influyen en su adquisición, evidenciando que todo lo que hacemos,pensamos, imaginamos o recordamos, es posible por cuanto las partes racional y emocional del cerebro trabajan conjuntamente, mostrando una dependencia una de la otra.

 

Esta relación, razón-emoción posibilita generar la capacidad adaptativa de la persona, cuya manifestación concreta se aprecia en el poder dar respuestas y soluciones, de manera eficaz, a los problemas que se presentan ligados a las relaciones interpersonales y las conductas disruptivas, propiciando en cambio el bienestar psicológico y el rendimiento académico.

 

Es así como a partir de las propuestas de Salovey y Mayer (1990),  los aportes de Gardner (1995) y Goleman (1996), que es posible considerar la existencia de lo que se puede denominar Inteligencia Emocional, particularmente al ligar la inteligencia interpersonal con la intrapersonal, las cuales al ser confrontadas con las otras inteligencias que posee el individuo, permiten generar explicaciones plausibles del porqué sujetos de bajo nivel de Coeficiente Intelectual (CI), pero que poseen un alto manejo de sus emociones, son capaces de imponerse (ante aquellos sujetos de un nivel de CI más alto, pero de bajo nivel en el manejo de sus emociones.

Esta aparente paradoja se debe a que la Inteligencia Emocional repercute en todos los ámbitos de la vida del individuo, de ahí la importancia y necesidad de incorporarla en los ámbitos educativos lo que hace necesario un cambio del modelo educativo anti-emocional, demasiado centrado en el conocimiento académico y los contenidos de dominio específico, ya que dicho modelo conlleva un sesgo en el desarrollo de la personalidad del, o la, educando. Surge así la necesidad de un modelo más integral y holístico, que sea capaz de  integrar la educación emocional y la educación académica, como partes inherentes del mismo.

 

La educación de la afectividad y las emociones, debe ser considerada como una condición primaria para el despliegue de la personalidad (Martínez-Otero, 2007.p.81)  por cuanto constituye parte de un proceso continuo y permanente para lograr el desenvolvimiento de las competencias emocionales como elementos fundamentales, para lograr el desarrollo integral de la persona, posibilitándole al individuo capacitarse para mejorar su calidad de vida, su capacidad de comunicación, aprender a resolver conflictos, tomar decisiones, planificar su vida, elevar su autoestima, incrementar su capacidad de flujo, y sobre todo, desarrollar una actitud positiva ante la vida.

 

En el mundo actual, caracterizado por el dominio de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC), donde las posibilidades de comunicación entre las personas han crecido vertiginosamente, afectando irremediablemente todos los órdenes y niveles de la vida de las personas, incluyendo los aspectos cognitivos y emocionales, también han crecido los comportamientos que rayan en lo patológico, como lo son la ansiedad, la depresión, la disciplina, la violencia, los trastornos de la alimentación, etc., los cuales se manifiestan como componentes de un  analfabetismo emocional, y evidencian que tal analfabetismo tiene efectos muy negativos en las personas y la sociedad. De esta manera, la sociedad en su conjunto y, particularmente, el modelo educativo, deberían tomar consciencia de la importancia de incluir dentro del proceso de formación de los individuos a la educación emocional. Tal educación debería implementarse de manera gradual debido a lo complejo de su estructura, y por que demanda un gran esfuerzo de comprensión por parte de los sujetos sobre sí mismos y sobre el entorno, lo que revela que dicha educación está íntimamente ligada a la metacognición.

 

Es así como se puede explicar que las personas que logran una elevada Inteligencia Emocional, consiguen dominar las manifestaciones de sus emociones, lo que les facilita una mejor adaptación al entorno social y natural, lo que permite tener más posibilidades de adaptarse a las diferentes situaciones que se enfrentan y, obtener éxito en los proyectos que se propongan en su vida.

 

El modelo educativo que considere la educación emocional como una de sus partes deberá percibir al sujeto desde una perspectiva integral, donde su mente y su cuerpo se articulan para capturar el mundo externo e interpretar el interno. De esta manera, la articulación de conocimientos y emociones, se haría con el fin de procurar que los individuos sean capaces de generar pensamientos que permitan  interpretaciones y juicios de valor, como manifestaciones de su consciencia, definiendo sus patrones de conducta (valores), de manera tal que sus emociones se constituyan en los elementos movilizadores que establezcan las acciones a tomar,permitiendo identificar sus intenciones racionales y mantener su voluntad en razón del alcance de sus propósitos, dentro de los marcos de posibilidades que permitan el desempeño y la conducta, que determinan las posiciones que los individuos asumen con respecto a sus vidas, las cuales deben ascender del sometimiento que propio de los infantes a la libertad como condición sine qua non del adulto educado.

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De esta manera, en la sociedad contemporánea, caracterizada por el pragmatismo y por la ambición a la posesión de bienes y riquezas, más centrada en el tener, que en el ser, los individuos se enfrentan a estereotipos que pretenden definir sus emociones y sentimientos, ligando estos al concepto de “poseer” como bien supremo y final, generando un efecto de encadenamiento a las cosas y apego a estas, de manera tal que la felicidad y las emociones positivas asociadas a este sentimiento están en razón de la posesión y no de la satisfacción de sus necesidades personales, sociales, naturales, pero sobre todo espirituales, de manera tal que la afectividad deja de ser el motivo de la vida psíquica  y se sustituye por el concepto de posesión, aun cuando cada vez es más evidente que la riqueza material y la producción y posesión de tales bienes no garantiza ni la satisfacción ni la felicidad, esto solo es posible superarlo con una adecuada educación emocional.

 

2.1.5. Cognición, emoción y  aprendizaje

Durante los últimos treinta años, muchos y muchas especialistas en pedagogía, consideraron que la educación consistía en un proceso cognitivo basado en el procesamiento de la información, donde la actividad mental, como expresión del aprendizaje se da gracias a la existencia de conocimientos previos, el nivel, la cantidad y calidad de la acumulación de estos, los cuales articulándose de una manera creativa son generadores de pensamiento productivo. A esto se suma el considerar que el aprendizaje es el resultado de la interacción social por medio de esfuerzos cooperativos dirigidos hacia metas compartidas.

 

Esta concepción, implicó un considerable avance con respecto a muchas de las consideraciones de los modelos pedagógicos del siglo XX, pero resultó ser insuficiente para poder explicar el porqué de las dificultades del aprendizaje en una época caracterizada por la presencia de las TIC, al no tomar en cuenta que las actividades mentales y la interacción social están mediadas por las  emociones y los sentimientos que posean y desarrollen los individuos alrededor de tales aspectos.

 

A partir de Salovey y Mayer (1990), Gardner (1995) y Goleman (1996), la educación no puede reducirse únicamente a lo académico, a la obtención y procesamiento de la información, al desarrollo estrictamente cognitivo, o a las interacciones sociales, como si éstas se dieran en abstracto, sino que debe abarcar todas las dimensiones de la existencia humana.

 

Nadie duda que el aprendizaje sea un acto deliberado, por lo que no es ni inconsciente ni arbitrario, sino que se da conforme el individuo se desarrolla y se manifiesta como la capacidad para ejecutar una conducta que previamente no se poseía. Sin embargo esto no dice cómo es que el sujeto alcanza tal conducta o capacidad y mucho menos qué lo motiva a su alcance.

 

Ya en 1960, Bruner consideró que el aprendizaje involucra tres procesos, que considera son casi simultáneos: la adquisición que implica información nueva o un refinamiento de la información ya existente, la transformación que implica el manipular el conocimiento para ajustarlo a las nuevas tareas y la evaluación para comprobar si la manera en que manipulamos la información es la adecuada. Para lograr esto, el proceso educativo debe tener en cuenta la predisposición del individuo hacia el aprendizaje, lo que de una u otra manera implica el carácter emocional con que se asume el aprendizaje en si mismo. La adquisición,transformación y evaluación, implican una acumulación de experiencias que son interpretadas y comprendidas, las cuales están inseparablemente unidas a lo que las personas son y sienten (Bisquerra, 2005. p 112).

 

El aprendizaje, por tanto solo es posible en un entorno social, en el que se construyen las estructuras de conocimiento, denominadas destrezas, las cuales son cada vez más complejas en tanto se maneje cada vez más  información. Así, el proceso de aprendizaje desde la Teoría sociocultural incluyó, cuatro puntos esenciales:

 

a) El desarrollo cognitivo, el cual varía de una persona a otra, así como de una cultura a otra.

 

b) La interacción social, la cual posibilita el crecimiento cognitivo de un individuo gracias al aprendizaje guiado dentro de la Zonas de Desarrollo Próximo, lo que permite a los aprendices la construcción del conocimiento.

 

c) La socialización, donde se da la construcción de procesos psicológicos individuales como el habla social, lo que permite la comunicación

 

d) El papel de los adultos, quienes transmiten “herramientas” cognitivas en función de facilitar la adaptación intelectual dentro de la cultura que los aprendices deben internalizar.

 

Una lectura entre líneas, de los puntos anteriores, evidencia que faltó indicar que el aprendizaje constituye un constructo individual y social que se ve afectado por las apreciaciones y valores que, individual y socialmente, se le atribuyen a las emociones en razón de ser estas construidas en términos culturales y contextuales, aspectos que determinan y regulan, cuales emociones son las apropiadas o aceptadas en razón de la interacción entre el sujeto y el ambiente,de manera tal que no hay aprendizajes fuera del espacio emocional, al punto que las emociones son determinantes para facilitar u obstaculizar dichos aprendizajes, los cuales a su vez están determinados por los intereses o necesidades del sujeto, en razón de su interacción con el entorno. De esta manera, debe considerarse que el aprendizaje es el producto cultural de dos vertientes que interactúan entre sí de manera dinámica, la  racional, ligada a la cognición y, la emocional, ligada a los sentimientos, de forma tal que es difícil, sino imposible, separar lo que corresponde a uno u otro dominio.

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Estos aspectos, visto en conjunto, generan un marco conceptual que permite explicar que el pensamiento, aunque parezca ser racional, está cargado de aspectos emocionales, de hecho no existe pensamiento puro, ni racional ni emocional, porque los pensamientos dependen de los intereses o necesidades de las personas, y estos aspectos están mediados con el entorno por medio de las emociones. El pensar en como resolver un problema, y lograrlo, produce sensaciones, emociones y sentimientos positivos como parte de la realización de la persona, en tanto sucede todo lo contrario en el caso de fracasar,  por lo que es posible afirmar que la capacidad para atender y entender las  emociones, experimentar de manera clara los sentimientos, poder comprender los estados de ánimo, tanto negativos como positivos, son aspectos que influyen de manera decidida sobre la salud mental del individuo, afectan su equilibrio psicológico y, por ende, su rendimiento académico (Fernández-Berrocal y Ruiz, 2008. p. 74).

 

 

 

2.1.6. El papel del docente en la educación emocional

Si se considera que el aprendizaje escolar es una actividad social constructiva que realizan los  estudiantes junto con sus pares y el maestro o maestra, para lograr conocer y asimilar un objeto de conocimiento, determinado por  los contenidos escolares mediante una permanente interacción con los mismos, de manera tal que pueda descubrir sus diferentes características, hasta lograr darles el significado que se les atribuye culturalmente, promoviendo con ello un cambio adaptativo, es claro que el papel del docente es clave, máxime si a través del aprendizaje se procura el promover habilidades cognitivas y las capacidades emocionales, que le permitan un aprendizaje autónomo y permanente que puedan utilizarlo en situaciones y problemas más generales y significativos y no solo en el ámbito escolar.

6(1), ISSN: 0379-7082, 2012

Pero esto solo es posible si se toma en cuenta que la intervención del  docente es una ayuda insustituible en el proceso de construcción de conocimientos por parte del educando, de manera tal que sin la ayuda de este es muy probable que los alumnos y las alumnas no alcancen determinados objetivos educativos, por cuanto el maestro o maestra no enseña en abstracto, dejando de lado sus propias emociones y sentimientos sino que, ya sea de manera  explícita o implícita, transmite los mismos en cada acto pedagógico que desarrolla.Así, ante un mismo evento y en un mismo momento, la interpretación que haga el profesor o profesora, dependerá del estado de consciencia que haya logrado desarrollar, de manera tal que la percepción que este o esta construya del alumno o alumna, estará ligada a las informaciones cognitivas y emocionales que posea del educando.

 

De ahí que el ejemplo de los educadores se constituye en un elemento recurrente por parte de los y las educandos, donde en muchos casos se aprecia como un modelo a imitar. Es conocido que los estudiantes tienden en muchas ocasiones a realizar y reproducir lo que dicen y hacen sus maestros y maestras, incluyendo los comportamientos producto de sus emociones, ya sea ante el dominio de conocimiento que imparten o enseñan, o ante las actitudes que asumen frente a la vida, particularmente en el caso de niños.

 

Por otro lado, para insertarse con posibilidades de éxito dentro del proceso educativo, el  educando depende de su propia imagen la cual está ligada a sus emociones y sentimientos, la que a su vez responde en muchas ocasiones a la imagen generada por el docente.

 

Así, al participar conscientemente del proceso educativo, el educando tiene la oportunidad de confirmar o modificar su propia imagen, como resultado de una interacción social la cual incide directamente en el auto concepto que se construye, que puede ser potenciado o disminuido por la institución, la institucionalidad, y los y las docentes participantes en ella, siendo innegable que los sentimientos del educando dependen en gran medida del como sus profesores lo traten, donde el auto concepto que el profesor tengan de sí mismo también actúa sobre la emociones del educando, y donde los éxitos o fracasos de ambos tienen un poder de transferencia hacia otros ámbitos más allá del escolar, lo que significa que un potencial comportamiento fuera del entorno escolar se ve influido por lo vivido en este.

 

La capacidad de identificar, comprender y regular las emociones es fundamental por parte de los profesores, debido a que tales habilidades influyen en los procesos de aprendizaje, en la salud física, mental y emocional de los educandos y son determinantes para establecer relaciones interpersonales positivas y constructivas con estos, posibilitando una elevación en su rendimiento académico, ya que, cuando el profesorado inspira confianza y seguridad, e instruye con dominio y confianza, es posible que los estudiantes asuman una actitud más empática hacia el  docente y hacia la disciplina que este imparte. El propio convencimiento del profesorado en lo que hace, es un poderoso recurso para ganar la actitud de los educandos, de manera tal que, si el maestro persigue realmente incidir de manera positiva en sus educandos debe procurar ganar de manera simultánea tanto la “razón” como el “corazón” de estos, de lo contrario sus esfuerzos estarán propensos al fracaso.

 

2.1.7. Emociones y estilos de aprendizaje

Para Therer (1998), cuando se conoce como aprenden los y las estudiantes es que el esfuerzo de la enseñanza podría tener algún efecto positivo, este aprender no depende únicamente de las capacidades cognitivas de los educandos, sino de sus disposiciones emocionales, dado que el docente es más que un mero transmisor de información, es un creador o creadora de espacios de aprendizaje y le corresponde gestionar las condiciones que posibiliten organizar las situaciones de aprendizaje las cuales dependen de al menos cuatro factores ligados a los estudiantes:

 

a) Su motivación (donde se insertan los aspectos emocionales),

b) Sus capacidades cognitivas,

c) Sus estilos de aprendizaje, y

d) Los objetivos curriculares a ser alcanzados.

 

Esto lleva a considerar la importancia de poder articular en el proceso de aprendizaje, las emociones de los y las educandos con sus estilos de aprendizaje, entendido este como la preferencia mostrada por el educando para abordar un aprendizaje, lo que corresponde a la manera dominante de aprender que manifiestan estos, reflejando así las disposiciones personales que influyen o influencian en la habilidad para accesar a la información; a lo que habría que adicionar los estilos de enseñanza del profesor.

 

Si los  docentes logran hacer compatibles sus estilos de enseñanza y el estilo de aprendizaje de los estudiantes tomando en cuenta las emociones de ambos, probablemente el rendimiento académico de estos y estas será mayor, aspecto que redundará en la generación de más emociones positivas, que a su vez potencian un mayor aprendizaje, construyéndose un círculo virtuoso entre aprendizaje y emociones, de manera tal que el rendimiento académico vendrá por sí solo. De lo contrario, no lograr superar las diferencias entre los estilos de enseñanza del profesorado y los estilos de aprendizaje de los estudiantes, puede constituirse en fuente de conflicto, tensión y malos entendidos.

 

De esta manera, el estilo de aprendizaje del profesor repercute en su manera de enseñar, ya que frecuentemente tienden a enseñar como a ellos les gustaría aprender, lo cual revela las emociones y sentimientos de los mismos, por lo que deben ser ellos quienes deben informarse sobre los estilos de aprendizaje de sus estudiantes y los mecanismos que posibiliten una educación emocional, en razón de potenciar el círculo virtuoso apuntado anteriormente ya que si los  docentes ignoran los estilos de aprendizaje de los estudiantes, así como las emociones y los sentimientos de estos y estas, el resultado es tan perjudicial como el no dominar la disciplina que se enseña, o no contar con las técnicas y estrategias didácticas que motiven a los y las estudiantes, generándose entonces apatía, desinterés, reducción de la efectividad del planeamiento didáctico y de las estrategias metodológicas.

 

El conocer los estados emocionales de los estudiantes, así como sus estilos de aprendizaje, puede ayudar al profesor o profesora a organizar de manera más eficaz y eficiente el proceso de aprendizaje - enseñanza a implementar, y posibilita atender a los estudiantes de manera más personal, guiándolos en el contexto del aprendizaje; solo así es que el profesor realmente puede contribuir a que sus estudiantes se conviertan en los constructores de sus propios aprendizajes.

    

Lo anterior permite considerar que los niveles de éxito y/o fracaso por parte de los estudiantes, en el aprendizaje de cualquier disciplina, podrían estar asociadas, entre otros aspectos a la concordancia/discrepancia entre los estilos de aprender/enseñar, que se dan entre los estudiantes y los docentes, así como en la comprensión de las emociones y los sentimientos de ambos y cómo éstos afectan directamente al proceso cognitivo; y no exclusivamente a las usuales debilidades que se apuntan en direcciones únicas, como lo son entre otras, estudiantes con bajos niveles de conocimiento, ausencia de conocimientos previos significativos, o bien profesores o profesoras incapaces de lograr una comunicación efectiva, por lo que se puede afirmar que, un educador emocionalmente inteligente y un clima favorable en el aula son factores esenciales para el aprendizaje.

 

2.1.8. Las emociones y tipo de emociones negativas  

El miedo, la ira, la tristeza, la alegría, la sorpresa y el asco son las emociones básicas para las que existe un mayor consenso respecto a su definición conceptual.

Entonces, las emociones son reacciones o expresiones impulsadas generadas por algún tipo de pensamientos que se manifiestan a través de gestos.

 

De esta manera, la persona otorga una significación a un evento, por medio de sus emociones, es decir, la emoción es un recurso por el cual, el individuo procura expresar el significado que le otorga a un estímulo aceptado, lo que implica que las emociones remiten a lo que significan, y en su caso incluyen el significado que se le da a la totalidad de las relaciones de la realidad humana, a las relaciones con las demás personas y con el mundo. De ahí que se pueda considerar que una emoción es precisamente una “toma de conciencia del ser humano”, que abarca sus diferentes dimensiones bio-psico-sociales.

 

Más que emociones, son acciones fisiológicas, porque son comportamientos, de acuerdo al momento que se encuentra el hombre, que marcan un hecho favorable o destructible.

        

Por tanto, podemos entender como emoción una experiencia multidimensional con al menos tres sistemas de respuesta: cognitivo/subjetivo; conductual/expresivo y fisiológico/adaptativo.

        

Emoción es un fenómeno consciente de capacidad de respuesta. El humano responde a circunstancias y a entradas específicas con combinaciones de reacciones mentales y fisiológicas. Las reacciones mentales son parte del conocimiento. Las respuestas fisiológicas varían, pero involucran al sistema respiratorio, cardiovascular y otros sistemas corporales. Éstas son frecuentemente inducidas por sustancias químicas y contribuye el sistema límbico, esto es, el hipotálamo y la amígdala. Una buena hipótesis acerca del desencadenamiento de emociones se origina en el modelo del cerebro como instrumento de control.

 

Las emociones son fenómenos psíquicos mentales, percibidos por el ser humano ya sea negativo o positivo a través de una reacción de  estímulos fisiológicos consiente, que involucran al sistema respiratorio, cardiovascular y otros sistemas corporales.

 

Tipos de emociones negativas

Miedo

Según el Diccionario de la Real Academia Española, se refiere a la perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario, así como el recelo o la aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

Este fenómeno mental psicológico, por estar en un campo de desorden, sí afecta el buen pensar del ser humano, no es un distractor total pero un enemigo del yo.

El miedo afecta el talento y la innovación de los individuos porque su experiencia puede producir bloqueos y pensamientos irreales, lo que genera que la mente se concentre en el peligro y en la forma de superarlo

El miedo es una emoción “fundamental”, es decir universal, inevitable y necesaria. Como todas las especies animales, el ser humano está programado por la naturaleza y la evolución para sentir miedo ante ciertas situaciones. Es necesario, pues es una señal de alarma destinada a avisarnos de los peligros, aumentando de este modo nuestras posibilidades de supervivencia. Esto sucede de una manera instintiva y tiene sus orígenes en una serie de cambios fisiológicos relacionados con el sistema nervioso autónomo y el sistema endocrino.

 

Tristeza

Como resultado de las definiciones que nos proporcionan los diccionarios, sabemos que la tristeza es una emoción desmerecida que se produce, como resultado de una experiencia inesperada y reciente, el decaimiento; de hecho, desequilibrando el normal funcionamiento del organismo, provocando, muchas veces, decisiones malas.

En su forma clínica, la depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por una sensación de tristeza intensa superior a dos meses. Se produce por diversas causas: acontecimientos de la vida diaria —relacionados con pérdidas o incapacidad para hacerles frente — cambios químicos en el cerebro, efecto secundario de medicamentos, trastornos físicos o médicos.

Es un proceso natural, sentimiento de dolor anímico producido por un suceso desfavorable que suele manifestarse con un estado de ánimo pesimista.

Ira

La ira es considerada una emoción negativa por la mayoría de los teóricos de la emoción. Esta emoción puede ser concebida atendiendo a tres tipos de definiciones de la valencia emocional, es decir, las emociones se pueden entender como positivas o negativas en base a:

1) Las condiciones que evocan la emoción,

2) Las consecuencias adaptativas de la emoción o

3) La experiencia subjetiva de la emoción.

Así, en primer lugar, la ira puede verse como negativa debido a las condiciones que evocan la emoción, ya que suele ser evocada por acontecimientos aversivos. En segundo lugar, la ira se puede calificar como positiva o negativa cuando es entendida desde el punto de vista de sus consecuencias adaptativas, dependiendo del resultado de una situación particular. Finalmente, la ira se podría ver como positiva o negativa en función de la sensación subjetiva o evaluación de la emoción, dependiendo de si un individuo siente placer/gusto o displacer/aversión tras la experiencia subjetiva de ira.

 

En este sentido la ira se puede entender como una respuesta emocional caracterizada por una alta activación a nivel simpático, vinculada a una estructura cognitiva de daño y atribucionalidad externa para el mismo, que favorece conductas de ataque pero ante la que el individuo puede poner en marcha distintas estrategias de afrontamiento que le permitan controlar su expresión y su experiencia.

2.3. Definición de términos básicos

2.3.1. Emoción

Se refiere al estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.

 

Tambien se define como las reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante.

 

2.3.2. Miedo

Se define como una respuesta del organismo que se desencadena ante una situación de amenaza o peligro físico o psíquico, cuyo objeto es dotar al organismo de energía para anularlo o contrarrestarlo mediante una respuesta

 

2.3.3. Ira

Se puede entender como una respuesta emocional caracterizado por una alta activación a nivel simpático, vinculada a una estructura cognitiva de daño y atribucionalidad externa para el mismo, que favorece conductas de ataque, pero ante la que el individuo puede poner en marcha distintas estrategias de afrontamiento que le permitan controlar su expresión y su experiencia.

 

La ira, rabia, enojo o furia es una emoción que se expresa a través del resentimiento o de la irritabilidad.

 

2.3.4. Tristeza

La tristeza es una de las seis emociones básicas (no natales) del ser humano según Paul Ekman, junto con el miedo, la ira, el asco, la felicidad y la sorpresa.

 

2.3.5. Emociones negativas

Las emociones negativas son aquellas que producen desasosiego en nuestro interior. Los celos en la pareja, la sensación de culpabilidad cuando nos equivocamos o la preocupación ante un problema son reacciones alejadas del placer y, por lo tanto, se trata de emociones negativas.

 

2.3.6. Aprendizaje

Para Bruner el aprendizaje involucra tres procesos, que considera como simultáneos: la adquisición que implica información nueva o un refinamiento de la información ya existente, la transformación que implica el manipular el conocimiento para ajustarlo a las nuevas tareas y la evaluación para comprobar si la manera en que manipulamos la información es la adecuada.

Para lograr esto, el proceso educativo debe tener en cuenta la predisposición del individuo hacia el aprendizaje,  lo que de una u otra manera implica el carácter emocional con que se asume el aprendizaje en si mismo. La adquisición, transformación y evaluación, implican una acumulación de experiencias que son interpretadas y “comprendidas”, las cuales están inseparablemente unidas a lo que las personas son y sienten.


CONCLUSIONES 

1.Aplicando las técnicas de entrevista y observación detectamos que las emociones negativas más arraigadas en la muestra de estudio fueron, la ira (50%) y el miedo (30%).

2.La tristeza y y el enojo se manifestó en un 30% de los estudiantes que no eran considerados en alguna actividad dentro del aula.

3.La rabia (33%) y la cólera (42%) son emociones negativas que manifiestan los alumnos frente a sus compañeros que obtienen buenos calificativos.

4.La inseguridad es otro estado emocional que fue manifestado por el 60% de alumnos  observados y  que se manifiesta  al contestar las preguntas o en la conversación con las personas.

5.La tristeza que sienten los estudiantes entrevistados, está relacionado con la poca importancia que le dan para escucharlo cuando habla (30%) y cuando es excluido en los juegos en la escuela (40%) 

6.La agresión(30%)  y los insultos (60%)  son reacciones que manifiestan los alumnos frente a la ira.

7.Otro aspecto que merece reflexión es la expresión de los alumnos del bajo autoncepto que tienen de si mismo  ya que manifiestan no gustarle su cuerpo ( 40%) y no gustarle su aspecto físico (30%)

8. Las emociones negativas tienen una gran influencia en el aprendizaje de los alumnos, ya  que limita su capaciad de concentración, atención y socialización

9.La educación es importante por cuanto es un proceso que busca integrar la emociòn y la razón creando ambientes  agradables de aprendizaje, buscando una buena relación de comunicaciòn entre docentes  alumnos y padres de familia con la finalidad de mejorar el clima institucional y la convivencia en la institución educativa.

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